Otra vez estoy aquí... pero parece que por España no os habeis enterado, porque nadie dice ni muuuuu
Acabo de volver de hacer unas compritas por la ciudad. Bueno, en realida sólo me he comprado una cosa... un i-pod!!! así que chicos, lo siento, tendreis que buscar otro regalo para mi. Ya sabeis, las navidades se acercan y una se tiene que hacer regalos... como dicen las pavas esas de l'oreal: porque yo lo valgo... y yo valgo mucho (es que como nadie me lo va a decir, pues ya lo digo yo (sí Marta, hoy tengo el día de tirarme flores encima).
Pues nada, aquí sigo con mi crónica de la Oktoberfest, que parece que no se acabe nunca... ánimo muchachos, que ya queda poco.
El último fin de semana vinieron Esther, Meri, Txell, Dani y Ana de vivita. Pero empezaremos por Esther, que es la primera que llegó.
El jueve salí prontito del trabajo para ir a buscarla al aeropuerto, y como seguro ya os habrá contado ella, pasamos por Hauptbanhof (Sants estació, por llamarlo de alguna manera) a dejar sus maletas en consigna, y nos fuimos derechitas a beber cerveza...
Éste es el ambiente que se respiraba:
Y estas nuestras caras después de una cervecita:
Bueno, lo breve, si bueno, dos veces breves. De momento lo dejo aquí, que tengo que seguir jugando con mi i-pod